Artículo original publicado en el número 32 de la revista de la Academia de las Artes Escénicas de España, Artesescénicas, marzo 2024

Fotos: José Jordán y Eva Mañez, festival Dansa València 2023

Si algo necesitan los artistas de la danza no es moverse, sino que los muevan, que hagan circular sus creaciones. Àngels Margarit, bailarina, coreógrafa y directora de la histórica compañía Mudances y actual directora del Mercat de les Flors de Barcelona, decía en 1997 con motivo del X aniversario de Dansa València: “la danza es un arte generoso, efímero, ecológico, que no llena el mundo de trastos venerables, no lo carga de objetos”. De esa fortaleza, y por no ser un arte textual, se ha hecho virtud, enfoque en el que Valencia y su festival de danza fueron pioneros, fomentando un mercado de sus creaciones. Ante su inminente 37º edición analizamos con su directora y junto a otras voces que lo conocen bien el papel del festival como plataforma profesional de los artistas españoles y sus creaciones.

En el alegre guirigay que se produce en las puertas de los teatros y demás espacios que acogen las obras de Dansa València se reconoce una emoción, la de estar ahí, rodeada de público y de compañeras de profesión; también una expectación, la de ir a ver un estreno, la obra de un artista que ya conoces, esperar la sorpresa de un nombre nuevo. Si hace casi 30 años ya se celebraba en la ciudad el ‘espíritu de encuentro, mercado, exhibición y celebración de todas las formas de la danza’ que promovía la cita, ahora se festeja de nuevo de forma consciente, comprometida y multiplicada gracias a las cada vez mayores alianzas que el festival ha ido tejiendo en sus tres últimos años, bajo la dirección de María José Mora.

“En su configuración como la Plataforma nacional de la danza contemporánea española, uno de los objetivos de Dansa València es apoyar la creación de los artistas, darles visibilidad y soporte, lo que se consigue generando vínculos y proyectos entre agentes y centros culturales españoles, europeos e internacionales que permitan esa movilidad”, afirma Mora, antes de añadir que “la mayoría de los países europeos tiene ese espacio práctico para trabajar la circulación de las creaciones de danza de una forma continuada en el tiempo”. Se refiere a plataformas como la francesa Focus Danse, la irlandesa Originate, la Ice Hot Nordic Dance Platform, Swiss Dance Days o Dance from England. España carece de momento de un programa público estatal similar.

María José Mora, directora de Dansa València, junto al director del Institut Française de Valencia

La cercanía suma

Esta apuesta tan decidida por impulsar entre iguales la danza se viene realizando con actividades diversas que ya no solo ocupan parte del calendario profesional del festival, sino que se expanden en el tiempo para dar continuidad a un plan que se proyecta a medio y largo plazo, con el cual se siembra en el presente para recoger frutos en un futuro lo más cercano posible. Mentorías para artistas, presentaciones de ferias o encuentros clave en la agenda, acompañamiento artístico, redes de difusión entre Comunidades Autónomas, ayuda para la internacionalización, intercambio de ideas entre programadores y por supuesto, el tú a tú entre profesionales durante los días de festival, son algunas de las poderosas herramientas con las que se trabajan los objetivos descritos por Mora.

En su edición de 2024, una de las sesiones Nice to meet you para artistas se enfocará en el mercado del sur de Francia, territorio próximo con el que se espera estrechar lazos. La presentación y acompañamiento de artistas seleccionados a la tanzmesse nrw de Dusseldorf (la más importantes de las ferias de danza europeas) es otra de las acciones que promovidas desde la organización.

Uno de esos nuevos aliados es DNA, la unidad de la Dirección General de Cultura de Navarra dedicada al movimiento. Marisol Martínez, jefa de la Sección de Programas Artísticos nos explica qué espera de esta conexión: ‘Tenemos excelentes profesionales de la danza que investigan, que crean trabajos de calidad a los que hay que poner en valor. Dansa València es un escaparate excepcional y un entorno adecuado para trabajar por la danza y darle el lugar que se merece en el ámbito de las artes escénicas. Las colaboraciones visibilizan los trabajos de los creadores navarros y los sumamos a las propuestas que otras entidades realizan a favor de la danza en nuestro país’. Este año vuelve al teatro Rialto Led Silhoutte, talentoso dúo que cautivó con Los perros en 2023 no solo al público sino a varios programadores que en la siguiente temporada han exhibido la pieza en sus salas.

Pensamiento y acción

Xosé Paulo Rodríguez es programador del Teatro Rosalía de Castro, además de coordinador de la Comisión de Danza y Artes del Movimiento de La Red, entidad que representa a 183 teatros de todo el país. Es un aliado veterano de las artes vivas y de la danza, de la que reconoce hay poca presencia en los escenarios. “El foco de la administración está en la producción, no en la exhibición, por eso las plataformas son un salvavidas para la danza. Danza a Escena cumple ahora XV años y fomenta la circulación, al igual que las redes autonómicas que, aunque hacen su papel no suelen romper su propia barrera geográfica. Ferias y festivales estratégicos suman apoyos en el mapa. Dansa València tiene un recorrido de referencia y en estos tres últimos años está dando pasos decisivos para ser plataforma de exhibición, de encuentro, de diálogo”, nos confirma el gestor.

Seducido por el entorno y ritmo amable que propicia la organización del evento (además de por una ciudad y un clima agradables) Rodríguez resalta que entre los profesionales “se da un intercambio de comunicación del que surgen muchas cosas; se comparten experiencias que sirven de inspiración a otros lugares, te miran y ves, lo que te sitúa en la realidad de la disciplina”, completa.

En apenas dos ediciones (esta será la tercera con este objetivo por bandera), el Dansa València ha propiciado ese punto de encuentro profesional durante su celebración, enfocado en ser útil a los y las creadores, y funcionando durante todo el año también como embajador de estos en todas aquellas citas internacionales en las que está presente. ‘Los agentes internacionales prestan atención al festival porque además de ver una panorámica de la más reciente danza española en pocos días, se da un networking ágil y útil”, señala Mora.

Pero más allá de los hitos transfronterizos, la directora de la cita señala alianzas de peso como la que mantiene con la Fundación Sgae, con circuitos, instituciones y redes, “que nos permiten trabajar más allá de los días concretos de exhibición”.

Kiko López, bailarín y coreógrafo valenciano presente en la edición de 2023 expresa su entusiasmo por la que fue su primera participación en el apartado ‘Moviment urbans’: “la implicación del equipo hacia mi trabajo fue increíble, pude grabar un video de la pieza, conseguí mucha visibilidad, conocí y accedí a redes que antes no sabía que existían. Me permitió conseguir, además, una serie de ‘bolos’, sobre todo en la Comunidad Valenciana, que de otra forma no hubieran sido posibles”, concluye.

Objetivos comunes

Violeta Hernández, directora del Instituto Andaluz de las Artes Escénicas destaca el vigoroso momento artístico de la danza nacional, pero reconoce que es “una disciplina frágil que hay que proteger y cuidar, para lo que es imprescindible la colaboración entre instituciones”. Como entidad pública que este año alimenta el marco colaborativo del festival, Hernández nos explica: “Los responsables de programas de danza nos vamos nutriendo unos de otros, nos contamos lo que hemos visto, lo que hay en nuestras comunidades, los instrumentos con los que contamos. Apoyar a los artistas desde este trabajo en red es importante para que estos puedan desarrollarse y exhibir sus creaciones en todo el territorio”.

Espectadores en el teatro Principal

El perfil de artistas con los que trabaja Dansa València es tan rico como variado. Al abrazar tanto el movimiento y la danza en su más amplia expresión como la creación híbrida, nombres consolidados conviven con otros que al serlo menos necesitan más visibilidad, así como con creadores emergentes armando sus primeros procesos. Existe también una voluntad clara de no poner el foco solo en los grandes centros de producción como son Madrid y Barcelona, sino de escanear la realidad más allá de estos puntos y recoger lo que sucede en Galicia, Andalucía, País Vasco o Baleares. María José Mora recuerda que en el festival se trabaja con la calidad e interés de los contactos, no con la cantidad, de forma que estos puedan ser realmente útiles a los artistas.

La limitación de recursos marca la mimada creación de esa comunidad activa fundamental para el futuro de la danza nacional. En ese sentido Mora reitera que el INAEM “es una pieza fundamental para la creación de una plataforma tan necesaria. Dansa València ofrece una estructura que ya funciona y, de la misma manera que hemos trabajado en este sentido con el anterior equipo, seguiremos haciéndolo con la actual dirección para sumar apoyos”.

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