Foto de Mario Zamora

14 de abril 2021

Una, que no es muchacha ni mocita, y pasa demasiadas horas sobre el teclado del ordenador, necesita ayuda externa para acercarse a muchos temas, sobre todo los relacionados con la juventud. Escribo sobre Mucha Muchacha, el colectivo femenino que ha llegado a la escena creativa nacional decidido a poner en valor aquellos temas que les importan y, por extensión, interesan a muchas otras mujeres jóvenes como ellas. Participan en Dansa València por partida doble, ofreciendo un taller (días 15 y 16 en Espai La Granja) y presentando su pieza Volumen I en el festival (día 17 en la sala 7 del teatro Rialto). Por un momento fantaseo con la posibilidad de infiltrarme en el taller como participante, de ejercer el periodismo de inmersión pese a mis inconvenientes psicomotores. Pero la Muchacha interlocutora me recuerda, amable, que el encuentro está ideado para chicas que rondan los 15, edad que dupliqué en el siglo pasado y tripliqué hace un quinquenio.

Su propuesta me trae a la cabeza cosas que he visto, en vivo y en pantalla. Me recuerdan al efecto energizante y mágico del rito compartido que tan bien han recogido películas como la española Five Days to Dance (2014) o la alemana Dancing Dreams (2011). La primera, sobre la pieza que los bailarines Amaya Lubeigt y Wilfried Van Poppel hicieron junto a los alumnos de un instituto de secundaria donostiarra. La segunda, en torno a la creación de la pieza Kontakhof de Pina Bausch, una obra en la que participaron una cuarentena de adolescentes de diferentes condiciones y perfiles. En ambas, la cámara acompaña el proceso que vive el grupo, desde el bloqueo inicial por usar el cuerpo abiertamente ante los otros, hasta el subidón de estar en escena mostrando el resultado ante el público.

Aunque el propósito del taller de Mucha Muchacha diste de ser el de crear algo para exhibir ante el respetable, si conecta con la voluntad de experimentar la potencia del cuerpo en movimiento y utilizar ese eco para transmitir poderío y decisión a sus participantes. Será una Fiesta de Primavera en la que, después de un letargo, se despierten los instintos, se desentumezcan huesos y articulaciones, se estiren los músculos y se expandan las sensaciones positivas. “Serán sesiones muy intensas y físicas, que necesitan un compromiso”, me comenta Belén Martí, quien junto a Marina de Remedios, Marta Mármol y Ana Botía forma este colectivo de veinteañeras que asienta su esencia en torno al movimiento, la comunidad, la femineidad y el rito. “El objetivo del taller es crear un espacio de encuentro, de sororidad y empoderamiento femenino, tanto individual como colectivo, a través de la danza”, añaden.

Foto de Darío Ribera

Es en ese ambiente enérgico y de celebración colectiva donde compartirán materiales de la compañía, como la versión de la danza haka neozelandesa que incluyen en Volumen I. Esta fue su primera pieza escénica, presentada después de dos años de trabajo conjunto en torno a intereses comunes. Una investigación que arrancó en 2016 sobre el grupo de artistas de los años 20 del siglo XX conocido como Las Sinsombrero, creadoras y pensadoras como Maruja Mallo, Rosa Chacel o Concha Méndez que reivindicaban una sociedad más justa para las mujeres. Una fuente de inspiración más que se añadió a las inquietudes creativas de las entonces estudiantes del Conservatorio Superior de Danza María de Ávila (Madrid). El trance colectivo que provoca el Bolero de Ravel, o el asesinato de una virgen en La Consagración de la Primavera son otros de los referentes que toman en aquella primera pieza y que planean por el taller primaveral. 

Mucha Muchacha utiliza sus conocimientos académicos en danza española y flamenco, así como las herramientas aprendidas para dislocarlas y llevarlas a su terreno. Una actualización del código con fines que rebasan lo estilístico y alcanzan lo comunitario y lo social. Un grito maorí con actitud flamenca que dispara intenciones y apunta nuevas miradas sobre lo que siempre ha estado ahí y ahora alcanza otra dimensión. Belén Martí me amplía detalles sobre esta postura: “Nada es gratuito. Somos una generación joven con una historia de lucha feminista detrás, y aunque hay cosas ya conseguidas por nuestras madres y abuelas, estamos en una posición de reivindicación diferente. Nuestro trabajo es contemporáneo porque está conectado con lo que vivimos, como el derecho a tener potestad, somos mujeres del XXI en Europa y el feminismo forma parte de nuestros discurso.Vivimos momentos de revolución”.

En los talleres que ofrecen ponen el acento en lo flamenco y español que hay en la danza, aunque el primer ejercicio de movimiento son tres bailes con mucho hype, “la regla es no parar de bailar”, me dice Martí. “Joe Crepúsculo, Guadalupe Plata o Gasolina, para ir luego hacia el compás y el impulso que tiene el baile español”, añade. El taller es “una oportunidad para juntarse, compartir y pasarlo bien, una celebración, la oportunidad de sacar fuera toda la vitalidad en este momento feminista”, concluye.

Más detalles sobre el colectivo

Mucha Muchacha avanza a buen ritmo por el panorama de la danza. El pasado mes de febrero estrenaron su segunda pieza, primera de largo formato, de igual nombre que el grupo. Contaron con una intérprete más en escena, Chiara Mordeglia, y con la colaboración artística de Celso Giménez y Violeta Gil, de otro colectivo destacable, La Tristura.

Para conocer un poco más a sus cuatro componentes, les envié un cuestionario con preguntas en torno a los temas que ponen de relieve en sus declaraciones. Esto es lo que han contestado:

1- Un rito a considerar 

Ana Botía Mi madre encendiendo velas en los días importantes para darme buena suerte y Marina de Remedios quemando romero mientras anda como un papa del Vaticano.

Marta Mármol Nuestro momento de preparación antes de salir como guerreras a hacer la Haka. 

Belén Martí Marina quemando romero antes de los estrenos y momentos importantes. Es la bruja reina de la compañía.

Marina de Remedios Quemar romero los viernes, sin duda.

2- Un libro para empoderarse

Ana Botía  Lectura fácil de Cristina Morales.

Marta Mármol El segundo sexo de Simone de Beauvoir y Cambiar de idea de Aixa de la Cruz. 

Belén Martí Cambiar de idea de Aixa De la Cruz.

Marina de Remedios Escuela de aprendices de Marina Garcés.

3- Una canción para bailar 

Ana Botía  Girls Just Want to Have Fun de Cyndi Lauper.

Marta Mármol Maniac de Michael Sembello. 

Belén Martí Yo quiero verte danzar de Franco Battiato.

Marina de Remedios mmm, Rapture de Koffee.

4- Una canción para cantar

Ana Botía Desértico de Gata Catana y Quiero de Bambino.

Marta Mármol In Spain we call it soledad de Rigoberta Bandini.

Belén Martí Manolo de Lorena Álvarez / Fiesta de Rigoberta Bandinni / Tú que vienes a rondarme de María Arnal y Marcel Bagés (sé que son 3 pero no puedo decidirme. En serio).

Marina de Remedios Gimme some pizza de Nathy Peluso mientras me como una pizza.

5- Un momento inolvidable de la danza

Ana Botía Ver a Rocío Molina en Caída del cielo en el Teatro Español de Madrid; ver a mi padre bailando de manera verdaderamente eléctrica en el patio de mi casa.

Marta Mármol Cuando vi Caída del cielo de Rocío Molina. 

Belen Martí Israel Galván y su obra La Fiesta.

Marina de Remedios Mi Mamasitachula haciendo la croqueta con 72 años en el suelo de la cocina durante el confinamiento de 2020.

6- Una artista inspiradora 

Ana Botía Angélica Liddell, Kate Tempest.

Marta Mármol Rocío Molina. 

Belen Martí Lola Arias.

Marina de Remedios Chantal Akerman.

7- ¿Qué baile flamenco es más fácil de contemporaneizar? 

Ana Botía El que más te guste ese día…

Marta Mármol Quizás no podría decir un tipo de baile flamenco en concreto, creo que cada artista tiene sus propias inquietudes y necesidades que hace que experimentes e investigues más con un tipo de baile u otro según sientas en cada momento.  

Belen Martí Para mí no existe ninguna diferencia porque la sencillez o dificultad no está en el palo que utilices, sino en cómo descubres qué herramientas tienes que usar para hacerlo contemporáneo y así llegar a tu idea creativa o discurso.

Marina de Remedios Todos.

8- El logro pendiente más acuciante para las mujeres

Ana Botía Sentirnos poderosas y autónomas sin esperar el gran logro.

Marta Mármol Conseguir ser representadas, valoradas y escuchadas de manera libre, sin prejuicios ni delimitaciones, que acceder a cargos públicos políticos, culturales y educativos no tenga que ser una lucha constante. 

Belén Martí Conquistar la calle, los ambientes públicos y el hogar. Poder vivir esos espacios en cualquier momento sin miedo y con total plenitud.

Marina de Remedios Entender por qué aun nos seguimos planteando este tipo de cuestiones y lo valioso que es.

9- ¿Qué es lo más punk que has hecho? (en escena) 

Ana Botía Bailar con las muchachas en escena y a veces creer, de verdad, que el mundo podría cambiar un poquito bailando.

Marta Mármol Viniendo de una formación de danza española tan reglada con unos prototipos y cánones que “deben seguirse”, para mí, lo más punk que he hecho o conseguido hasta ahora es poder desapropiarme en el sentido bueno de la palabra de esa raíz, para poder enriquecerme de otras inquietudes de las artes escénicas. Para mí cantar, hablar o simplemente estar en escena de una manera más natural (algo tan sencillo a primera vista), es algo que quizás hace años atrás no me imaginaba. 

Belén Martí Estoy entre varias cosas, casi todas de nuestra nueva obra Mucha Muchacha estrenada en febrero (alerta, spoiler), pero creo que me quedo con acabar la obra y saludar en pijama, mi propio pijama. Es una sensación inexplicable, jajajaja.

Marina de Remedios Ver a Ana tirar un escupitajo porque tenía la boca llena de tierra, en la performance Les Tournesols que hicimos en Matadero, fue justo en un momento súper bonito del dúo improvisado que hacían ella y Belén, y de repente ¡CHUF!

10- ¿Qué imagen te viene a la cabeza si digo «la tensión entre dos fuerzas, lo tradicional y lo contemporáneo”?

Ana Botía Leer el horóscopo en el baño.

Marta Mármol Un puente, donde la tensión de éste es capaz de unir lo tradicional y lo contemporáneo, dando la oportunidad de convivir y relacionarse. 

Belén Martí Rodrigo Cuevas en el videoclip de su tema Verdiciu. No tiene desperdicio.

Marina de Remedios Jajajaja, una foto de las muchachas en junio de 2018.


Coda Volumen I ha obtenido los siguientes galardones:

Premio de programación Festival Flamenco Vancouver 2020 y Premio de programación Flamenco Madrid 2020 del 28º Certamen de Coreografía de Danza Española y Flamenco.

Premio del Público del Certamen Coreográfico 10 Sentidos 2019.

Premio Mejor Coreografía de Danza Española y Flamenco, Premio del Público y Premio Residencia Nave del Duende del VI Certamen Coreográfico del Distrito de Tetuán.

Foto de Darío Ribera

www.muchamuchacha.es