16 octubre de 2020
Bombas Gens se ha convertido en solo tres años en un destacado foco de actividad cultural en Valencia. Sandra Guimarães toma el relevo a Nuria Enguita en la dirección artística del centro de arte de la Fundación Per Amor a l’Art. Formada en Historia del Arte, Arqueología y Gestión Cultural, la nueva responsable ha estado al frente del Museo Serralves de Oporto (Portugal) y ha sido directora fundadora de programas y curadora jefa en Remai Modern (Saskatoon, Canadá). Un mes después de su llegada hemos querido preguntarle sobre algunas de las cuestiones clave de su tarea. Llevar Bombas Gens, su colección, al mundo y el mundo a Bombas Gens es una de ellas. También da prioridad a mantener las conexiones con los ciudadanos y visitantes a través de un estimulante programa de actividades complementarias a las exposiciones que seguirán propiciando el encuentro, el diálogo y la reflexión. Entre ellas la danza está presente desde el principio.
La colección de Bombas Gens tiene más de 2000 obras, numerosas fotografías y piezas de algunos de los más destacados artistas contemporáneos, ¿Cómo definiría esta colección?
Hay cerca de 2500 piezas, es cierto que hay mucha fotografía y arte abstracto. Yo diría que es una colección singular, diferente de otras por la selección hecha y porque de cada artista hay más de una pieza, lo que permite presentar una especie de recorrido consistente de su trabajo, de diferentes momentos de su carrera que encuentran sentido en las series. Esto hace que sea una colección diferente y singular.
La importancia de la fotografía parece capital, ¿Seguirá siendo así a la hora de organizar muestras o marcará las relaciones internacionales que anunciaba hace un mes?
Las líneas que marcan la colección y su desarrollo son las mismas. Lo que le da sentido es la continuidad, la personalidad de la colección, hecha de artistas que usan la fotografía y el arte abstracto. Pero además hay video, pintura, instalación, dibujo,… es una colección muy diversa. Nos proponemos continuar teniendo obras de artista nacionales e internacionales, establecer diálogos y mirar hacia diferentes contextos porque el arte no tiene que ver con fronteras o países. Seguiremos construyendo esta colección de una forma lógica, con sentido, y la actividad de Bombas Gens será a partir de la colección, de la obra de esos artistas que ya forman parte o pueden llegar a formar parte de ella. Otro reto que tenemos es dar a conocer el trabajo y la colección de Per Amor a l’Art a un mayor número de personas, así que haremos un trabajo más amplio con otras instituciones internacionales para dar a conocer el centro y a los creadores, para compartir o trabajar un proyecto específico de un artista y aprovechar los recursos de la mejor manera. La colección seguirá esa linea con la voluntad de atraer el mundo hacia Bombas Gens y de llevar Bombas Gens al resto del mundo.
Junto a los objetivos que ya ha anunciado, como poner al artista en el centro de la actividad o internacionalizar las relaciones y la colección, ¿Se plantea objetivos cuantitativos como aumentar el número de visitantes, más exposiciones, más actividades?
No, yo nunca trabajo con números. Es más bien lo contrario, primero están los artistas, tratar las cuestiones que nos parecen urgentes, pertinentes, generar un lugar en el que las personas puedan encontrar diferentes mundos a través de los artistas. Entiendo el trabajo de equipo como una investigación, permaneciendo atentos a los artistas, posicionándolos en la historia del arte; es cuestión de tener curiosidad e interés. A partir de ahí nuestra misión es compartir con el público. Estamos aquí para dar apoyo a los artistas porque es pertinente, para aportar algo a su trabajo, a sus procesos y después compartir, crear reflexión, generar preguntas, conversaciones,… esa es nuestra misión.
¿Tendrá lo joven per se un peso en las decisiones de programación o de apoyo a artistas?
El cariño lo tienen todos los artistas con los que queremos colaborar. Cuando trabajo con artistas sé que están arriesgando y por eso me interesan, aunque también es verdad que tengo curiosidad por lo que están haciendo las jóvenes generaciones. Si veo que su trabajo tiene coherencia, que hay una evolución y es interesante, en un momento dado puede tener sentido hacer un proyecto, adquirir obra. Un ejemplo es el trabajo de Inma Femenía, una joven artista de Valencia a la que no conocía. El equipo y el asesor de Bombas Gens seguían su trabajo y llegó un momento en que vieron claro adquirir obra y hacer una exposición. Haciendo un seguimiento puede llegar ese momento.
Imagen de la expsoción de Inma Femenñia, foto de Jabalí Estudio
¿Cuáles son los aspectos positivos que aporta dirigir un centro joven, con solo tres años de vida, como Bombas Gens?
Hay muchos aspectos positivos. El trabajo hecho hasta ahora ha estado marcado por la seriedad, la ambición, la profesionalidad, lo cual ha posicionado el centro en un una ruta de museos internacionales en la que cuenta con buena imagen. Me parece también positivo que quede mucho por hacer, poder crecer, consolidar, expandir. Lo veo en un equipo que tiene mucha energía y sabe que tiene que continuar el trabajo con profesionalidad y ambición para consolidarnos. Esto aporta una flexibilidad en las relaciones institucionales, por ejemplo, o para consolidar el centro en España y Valencia. Hay que crecer, ahora es como un niño, tiene personalidad pero se ha de consolidar.
Las actividades que acompañan a la parte expositiva son muy destacadas: encuentros, intervenciones, charlas, … ¿Qué aportan estas al mismo Centro y a la ciudad?
Un centro de arte tiene que ser un espacio con vida, compartido, sino no tiene sentido. El arte proporciona encuentros que son un pretexto para crear diálogos, por eso me parece fundamental seguir haciendo programas invitando a la gente a participar. Las personas son bienvenidas porque el arte existe como experiencia, por eso es tan importante hacer que exista ese encuentro y provocar la crítica, la discusión, el intercambio. Hay que crear las condiciones para que desde niños las personas de cualquier edad puedan estar juntas. Una exposición, una conferencia, son momentos únicos. Es bonito que el arte pueda crear esos momentos, proporcionar encuentros donde las diferencias permiten estar juntos compartiendo algo, reunir a la gente, crear oportunidades con talleres, performances, con visitas o rutas.
La danza ha tenido también destacada presencia en diálogo con las obras de algunas muestras, como Ángela Verdugo con Sheela Gowda; también Rocío Pérez, Sandra Gómez y Santi de la Fuente, Andrés Corchero para celebrar el día de la danza o laboratorios con Xavier Le Roy. ¿Qué aporta la coreografía, el movimiento, al diálogo con las artes plásticas?
En el arte yo no veo categorías (si que existen los medios), la propia experiencia del arte es única, todo paso por el cuerpo, los ojos, la vista. Me parece muy interesante ver estos diálogos, apreciar que no hay fronteras siempre que se mantenga un sentido con lo que buscamos. Que una artista haga una propuesta a través del movimiento puede ser muy interesante para proyectos específicos a partir de lo que tenemos aquí. Me encanta la danza y la música, soy historiadora del arte e hice danza, por eso me interesa la historia de la danza y de la música, seguir lo que hacen los artistas de nuestros días. Tengo interés por diferentes formas de expresión, pero no por una sola.
Ahora hace un mes que se presentó a la ciudad, ¿Qué ha podido perfilar durante estos días? Además de la exposición de Juan Uslé que empieza en febrero, ¿Nos puede adelantar algún contenido más?
Estoy trabajando con el equipo, ya veo cosas más claras, también las prioridades, pero ha pasado solo un mes y el trabajo lo quiero hacer en profundidad, tengo que estar completamente segura y voy a necesitar más meses. El programa ya está ya elaborado para los dos próximos años, algunos aspectos se tienen que trabajar y todo tiene un tempo. También quiero conocer mejor donde estoy, me estoy encontrando con organizaciones y gente de la ciudad. Estamos avanzando y llegará el momento en que podremos compartirlo con todos.