Foto de Paula Rosell
3 de septiembre 2020
No yerra quien la define como la «Tarantina youtubera». María Cañas dispara a diestro a siniestro, con frames, y no deja títere con cabeza. Sus objetivos son las tradiciones, ídolos o iconos intocables porque si, la corrupción, la tortura animal, el maltrato, los clichés. Lleva más de dos décadas arremangada, dedicando gran parte de su vida a idear, investigar, producir y editar videos con los que practica el apropiacionismo de material que circula en internet. El infinito en la nube es para Cañas (Sevilla, 1972) su herramienta y su condena, la que le permite practicar la videoguerrilla y la mantiene en un proceso de creación constante. Su obra ha obtenido numerosos premios, tiene canal propio Filmin, una publicación recién editada sobre la exposición No ni ná. Contenga multitudes, que acogió en 2019 el TEA de Tenerife, una muestra de su trabajo en el Domus Artium 2002-DA2 de Salamanca hasta el 18 de octubre y una colectiva en el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo-CAAC de Sevilla hasta finales de este mes. Hablamos con ella mientras su universo, lleno de humor, insurgencia, rabia, crítica, se expande por por la red.
¿Cuál es el poder del apropiacionismo? Es el poder de la agitación cultural, el de ser hacker cultural, saquear iconos y generar relatos a contracorriente, conexiones y cortocircuitos entre cosas accesibles a todos, introduciéndose en los tópicos y prejuicios para dinamitarlos. El apropiacionismo crítico de las imágenes es un proceso colaborativo reflexivo y humorístico, de justicia poética, de liberar las imágenes de sus cadenas, y mostrar como ante tal superávit audiovisual, en la era digital, hemos perdido la soberanía de las imágenes que fluyen mutantes por el ciberespacio y nuestras vidas. Apostemos por un archivo vivo en internet, no fuera del mundo sino en él, como herramienta de desarrollo cultural en constante crecimiento, que no pueda ser utilizado por las distintas policías como sistema de control, y por la necesidad de educar e investigar en el hackeo y reciclaje de nuestro paisaje audiovisual para sentirnos más libres y creativos. El apropiacionismo favorece la liberación de las imágenes, la idea de cultura como construcción colectiva y el arte de las multitudes conectadas en la sociedad del siglo XXI. Estas prácticas enriquecen nuestra producción cultural. Todo trabajo creativo es derivado, nada es original y cuando una ley es injusta lo correcto es desobedecer. Que el fuego camine con todos. ¡Por un cine sin límites! ¡Otras televisiones son posibles!
¿Y el del humor? El poder del humor en estos tiempos de incertidumbre es ser un antídoto, una válvula de escape contra el miedo, un reductor de angustia. El mundo se ha reído siempre de sus propias tragedias, como un remedio para soportarlas. Si consigues verle el lado humorístico a algo, sobrevivirás a ello. El humor es no tener miedo a pensar libremente. Aunque en la historia de la humanidad no existe constancia de ningún señor filósofo que haya sido feliz, JAJAJA. Comulgo con Nietzsche, que afirmaba que la risa es el orgasmo de la inteligencia y con Pasolini, que proclamaba que la cultura es una resistencia a la distracción. Doy una forma videoterrorista a estas máximas que se han convertido en lema vital, la risastencia. Pertenezco al frente popular de la risastencia, que es el humor de todos los colores y sabores, que defiende la carcajada que organiza la rabia, como estrategias de insurgencia y/o resistencia y supervivencia. El humor negro, naif, carnavalesco, políticamente incorrecto, gamberro, excéntrico, fuera de protocolos y que en muchas ocasiones se transforma en una afrenta despiadada a los rituales sociales. La ironía, la parodia, la ambigüedad, la degradación y ridiculización de todo de forma jocosa, el esperpento o el énfasis en el exceso y lo grotesco, con los que destruir y construir una realidad diferente; romper los moldes y cuestionar todo lo establecido.
¿Serías María Cañas si no fueras sevillana? Quién sabe. Siempre me he sentido extraterrestre, exiliada de la tierra y de mi misma, en una esperanza desesperanzada ante todo lo humano. Resignificando a Patti Smith, creo que somos los libros que hemos leído, las películas que hemos visto, las canciones que amamos. Somos nuestros amigos, nuestras mascotas, nuestros muertos. Los viajes que hicimos, los paisajes que respiramos y los amores que tuvimos. Somos en un no espacio y en un no tiempo. Somos lo que queramos pensar y sentir.
¿Tu mente, tus ideas, son tan inabarcables como internet? Contengamos multitudes. Me considero una ciberquijota (que quiere llegar al final de Internet, aunque sea majarona) y una chocho videns compulsiva. Las plataformas de vídeo por internet, nos dan alas para convertirnos en recolectores y recicladores. Pienso en imágenes, en memes, en gifs, en stories… Soy una ciberyonka más del ciberbarbarismo de nuestros días. La esencia de mi trabajo es revivificar y compartir lo que encuentro y me conmueve para activar e inspirar a otros. Centro mi producción artística en la apropiación y resignificación, remezclando imágenes que otros han creado previamente, fiel a la línea guerrillera e irónica que he ido desarrollando a lo largo casi tres décadas de activismo comprometido con la idea de cultura como construcción colectiva. Creamos en los encuentros inspiradores y activadores gracias al apropiacionismo, la multitudinaria creación de imágenes amateurs populares, las pedagogías transgresoras, el archivo como patrimonio y dispositivo de creación cultural y la remezcla política de los ciudadanos conectados. En un juego en el que reír y maquinar a medio camino entre el activismo, la agitación cultural y la acción patafísica performancera. En saquear iconos, generar relatos ”glocales” a contracorriente y en la videoguerrilla que subvierte y revive el archivo on-line infinito y el excedente de imágenes del gran teatro del mundo, que nos hará sentirnos vivos a ratos.
¿Qué ideas tienes para que trabajos como el tuyo, de fina disección político-social-antropológico-cultural, se vieran en más foros que en los del arte contemporáneo, documental y similar? Me interesa la cultura popular activista, no la de élite y de objetos de lujo. Me expando libremente por internet, en plataformas populares como Filmin, Hamaca… y en las redes sociales, Youtube, Vimeo… Aunque éstas roban nuestros datos y almas, no son horizontales, ni libres, ni prima en ellas el arte ni respetan la libertad de expresión, en ellas hay censura y un afán de lucro voraz.
Llevas más de 25 años trabajando, ¿cuánto ha cambiado tu trabajo desde la multiplicación de los canales on-line de contenidos? Mi trabajo tiene una mayor difusión en estos canales on-line de contenidos y redes sociales. Mi vida una mayor ciberesclavitud, adicciones digitales, teletrabajo precario, el síndrome de electrosensibilidad o hipersensibilidad electromagnética y ambiental, la fatiga crónica… Internet me da y me quita la vida. Y el ciberyonkismo provoca una merma considerable de la calidad de vida. Pero, me estoy quitando, me estoy quitando… Me he pasado todo el tiempo trabajando muy duro y con más sacrificio que Jesucrista y ahora en estos tiempos distópicos anormales policiales me encuentro exhausta y escéptica.
María Cañas en una foto de Carlos Pardelllas
¿Qué es para tí un disco duro? Una caja de Pandora, llena de tesoros, virus, arte, obsesiones y sorpresas…
¿Y un terabyte? Un terabyte ya no es nada, atesoro petabytes mágicos y caóticos.
Un proceso de creación de, por ejemplo, La cosa vuestra, ¿cuánto tiempo, contactos, esfuerzos, guiones y sudores representa para tí? Un embarazo, un parto y los dos primeros años de crianza. Mi proceso de creación es extenuante, demoledor. Comienza con una obsesiva y exhaustiva labor apropiacionista de documentación, rayana a lo patológico. Infinitas lecturas, anotaciones y su archivo. Un extraño y duplicado síndrome de Diógenes (bibliófago y cibernético) que me empuja a reciclar o reinventar la vida. Sigue con mucha reflexión, mil escritos, millones de ideas, preguiones, nuevas conexiones y visiones para crear un imaginario transgresor. Son fruto de muchísimas lecturas, escrituras, estudio, reflexiones, cribas… Crear este extraño tipo de visiones surrealistas, es una obsesión dura que te posee durante el trance (no hago guiones al uso, literarios o técnicos, sino estructuras narrativas abiertas poéticas, siempre experimentando. El renovarse o morir es mi lema. Me interesa crear significados nuevos reinterpretando lo preexistente. Al final, realizamos el duro trabajo de postproducción digital. El proceso es como sobrescribir un palimpsesto infinito. Mis etapas creativas se retroalimentan y vuelven a comenzar sucesivamente en un tormentoso bucle infinito (uy, no veas lo que me cuesta finalizar una vídeoguerrilla definitivamente, cine sin fin…). Además, durante todo el proceso, especialmente en los períodos de incubación e iluminación, me encuentro psicológicamente obsesionada, abducida por la pasión creativa y casi no tengo vida personal, ni un atisbo de hedonismo, solo trabajo, como si me fuera la vida en ello. Quizás, mi inseguridad vital y mi bulimia artística me conduzcan a remezclar hasta el infinito y más allá todo.
¿Has alcanzado ya o aspiras a alcanzar la libertad total? No. Soy una ciberesclava más, subordinada a papá estado. Aquí el único libre es el ex rey, JAJAJA.
¿Cuándo considerarías que ha llegado ese momento (si es que no ha llegado)? Nunca. En este sistema de mierda es imposible. Pero la libertad de tu mente, de soñar, crear, cantar, bailar, el librepensamiento, eso nadie te la puede robar y es algo muy grande a cultivar. La libertad es una responsabilidad personal.
¿Tienes una misión concreta con la elaboración y difusión de tus trabajos? Mi misión es ser pirómana de mentes, quitamiedos, quitapenas, activadora del pensamiento crítico y de la risa. Sospechar de lo que nos rodea, reivindicar el derecho a la creatividad para el crecimiento personal. Hacer que el arte sea una herramienta de salud mental social, que aporte las endorfinas necesarias para superar el dolor de la vida y active el pensamiento crítico.
Mi cinefagia apocalíptica militante, mi videomaquia, es un apearse de la humanidad, sintiéndose animal, saltándose los derechos de autor a la torera, dando cornadas audiovisuales, que se introducen en los tópicos para dinamitarlos, retan al mensaje dominante y a los mitos socioculturales, transformando los discursos oficiales en versiones low-cost de cultura crítica. Es un saqueo de iconos, que genera relatos ”glocales” a contracorriente. Practico cine de metraje encontrado (found footage) y apropiacionismo (remontaje de imágenes ajenas, uso de material de archivo, reciclado de infinitas procedencias). Me interesa crear significados nuevos reinterpretando lo preexistente mediante estrategias que implican en mi caso la perversión de los códigos (el tremendismo y el humor).
¿Arte = acción social? El arte es un condensador de imaginarios. El arte está cerca del magma de donde todo emerge, de lo social. Hago arte porque necesito un lugar donde sea lo que no es. El arte, al expresar los imaginarios del momento, expresa las utopías, las distopías, los excesos, las injusticias. Los objetivos de las creaciones, las reflexiones, las propuestas y las investigaciones acerca de la realidad humana y social se fundamentan en imaginarios y los dinamizan, al ser los referentes que tenemos para entender el mundo. En mis últimas producciones hay aún más compromiso activista, ecologista, feminista, distopía (Black mirror cañí me gusta denominarla), más contenidos, enlaces y hashtags que, como en La cosa vuestra, homenajean y promocionan a colectivos activistas comprometidos con los derechos de los animales, el medio ambiente, las mujeres, las minorías y la justicia social. El papel que tiene el arte en el cambio social es el de recordar a los humanos que la tierra no pertenece al ser humano, que es el ser humano el que pertenece a la tierra, y que como sigamos esquilmando el planeta y consumiendo sin parar, sin plantear un cambio por la emergencia climática y los recursos naturales, nos extinguiremos, afortunadamente.
Conoces el mundo de la danza ¿qué tipo de vídeo harías sobre ello? Me gustaría hacer un vídeo danzón rebelión ovni con artistas que admiro como María Cabeza de Vaca, Cris Blanco, Sonia Gómez, Rodrigo Cuevas, Albert Pla, y Glitch Gyals. Todas juntas la que íbamos a liar, JAJAJA.