Foto de Leo Matiz, Circo de Macondo
Puede que sea la primera vez que la danza vuelve a latir en vivo ante el público en nuestro país. La bailarina y coreógrafa Ana Luján ofrecerá seis breves intervenciones mañana viernes 5 de junio en la galería Set Espai d’Art de Valencia ante un grupo limitado de personas. Este céntrico espacio reabrirá sus puertas de esta manera tras permanecer dos meses cerrado por la crisis sanitaria. Lo hará retomando la exposición Diálogos en equilibrio: Leo Matiz y Lukas Ulmi y sumando a las piezas expuestas la performance de Ana Luján Desencadena, creada para la ocasión.
Cuando Reyes Martínez, su directora, se encontró de nuevo antes las fotografías de Matiz y las esculturas de Ulmi, también confinadas este tiempo, tuvo claro que para la vuelta a la actividad quería apostar por la experiencia. «Después de tanta cultura on line quería posicionarme, decir algo, reivindicar la importancia del arte y del contacto directo que ofrece,» comenta.
Por eso pensó en la danza y en la reconocida bailarina Ana Luján, a quien seguía como intérprete de extensa trayectoria internacional y local (Rambert Dance Company, Phoenix Dance Theatre, Ananda Dansa,…). «Dejé de bailar hace un año y medio. Estaba exhausta, sentía que no podía ofrecer nada al público. Por eso, cuando Reyes me contactó me hice preguntas y pensé que tal vez era un buen momento para ponerme delante del público y compartir mis sensaciones», nos cuenta.
La idea de la galerista era la de fusionar los lenguajes, el de la fotografía de Leo Matiz, el escultórico de Lukas Ulmi y el del movimiento de Ana Luján. Apasionada de la cultura, de la necesidad del arte en la vida de las personas, no es la primera vez que la danza transita por el espacio de la sala que dirige Martínez.
Foto de Ana Luján
«Me dio miedo y respeto la propuesta. Visitamos el espacio y lo vi frío, como yo me sentía. Pensaba en todos los sentimientos que me venían a la cabeza conforme Reyes me hablaba. Las esculturas de Lukas Ulmi son estáticas, sólidas, como yo me encontraba en ese momento. Me gustó el sonido que hacían, el equilibrio, que comparo con el mío. También es bonito pensar que estoy desconfinando esas obras» añade la artista.
Mientras Ana Luján baila con las piezas, estas emitirán los sonidos propios de su volumen en movimiento, más sutil o pronunciado en función de la acción que se efectúa sobre ellas. Un fondo con sonidos grabados durante el encierro por la bailarina (pájaros, aplausos, sirenas) acompañará la acción.
Durante cada uno de los seis pases de Desencadena, un grupo de diez personas provisto de mascarillas seguirá el recorrido bailado, que hará escala en las diferentes esculturas y frente a las fotografías con las que conviven. Mientras galerías y museos han vuelto a abrir sus puertas, las vacías salas de teatro esperan tomar el pulso de nuevo a la vida escénica. Una galería de arte ha tomado la iniciativa para devolver el ritmo a la danza.
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