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Foto de Isabella’s Room, Maarten Vanden Abeele
The Blind Poet de Needcompany ha conseguido el Premio de la Crítica de Barcelona al mejor espectáculo internacional de danza de la temporada 2015. La última creación de la cosmopolita formación belga se inspira en la variedad de orígenes de sus miembros.
Me llamo Grace Ellen Barkey,… soy Grace Ellen Barkey,…. mi nombre es Grace Ellen Barkey,… La actriz recorre el escenario con su letania identitaria, mientras la música de una banda situada a pie de escenario acompaña su deambular y desgrana apuntes de su biografía. Los zapatos de payaso, la boca dibujada, el tocado de flores, un dos piezas dorado, todo da pistas sobre el cruce de orígenes e influencias que conforman a la persona que hay en escena, la verdadera Grace Ellen Barkey.
Este es el arranque del maravilloso montaje que nos ofrece la formación capitaneada por Jan Lauwers, quien también participa en la obra tocando la guitarra, ataviado como un boxeador en la pausa del combate, calzón y bata en ristre. Lauwers y Barkey crearon en 1986 esta compañía que es referente de la creación contemporánea, una de las primeras que fusionó en escena sin prejuicios artes plásticas, teatro, danza, canto y música.
Determinante fue la suma de la formación plástica y artística de Lauwers al bagaje escénico y coreográfico de Barkey para firmar algunos de los montajes mas aplaudidos de los últimos años como Isabellas Room, The Lobster Shop o The Deer House, también conocida como la trilogía Happy Face Sad Face.
Mientras que en la primera Lauwers construía un homenaje a su padre a través de innumerables objetos que le pertenecieron, en The Deer House el tema central es la tristeza por la muerte de los seres queridos, la pieza surgió después de que una de las integrantes de la compañía perdiera a su hermano.
The Blind Poet habla sobre la noción de identidad en una Europa multicultural. Doy mucha información en esta obra, afirma el director, aliado en esta ocasión para la propuesta con el compositor Maarten Seghers, pero no propongo una lectura unívoca, dejo que sea la energía de los performers la encargada de transmitir ideas y sensaciones. Y esa energía arrolladora aparece en escena, lo ilumina todo y despacha momentos inolvidables en los que la conexión con cada historia personal flota como una sorpresa reveladora.
Durante dos horas y media iremos conociendo a cada uno de los personajes, que son los actores interpretándose a sí mismos, recreando de forma teatralizada y bailada sus dispares biografías. Una disección detallada que recorre los árboles genealógicos de los siete actores, entre los que se encuentran Hans Petter Melø Dahl, noruego; Anna Sophia Bonemma, holandesa o Mohamed Toukabri, tunecino. La música en directo, una iluminación robusta y una puesta en escena más austera que en otras obras, pero igualmente eficaz, se suman en este mosaico de vidas cruzadas.
Somos una compañía con vocación internacional, multidisciplinar, plurilingüe e innovadora, suele definir Lauwers. Ese sello es el que convierte cada obra en una experiencia emocionante y única. El colectivo ha producido espectáculos de disciplinas variadas, cine, música, performance,… y además cada uno de los miembros ha colaborado con todos o con alguno de sus compañeros en creaciones a dos o tres manos.
The Blind Poet rescata la obra de dos poetas medievales, el sirio Abu al ‘ala al Ma’arri, poeta ciego, a quien debe el nombre la pieza y el bardo nacido en la Andalucía del siglo XI, Wallada bint al Mustakfi. Precisamente Lauwers retrocede 1.000 años en la historia para reflexionar sobre la noción de identidad en la Europa actual.