Foto de Danny Williem
Última Vez, la formación de Win Vandekeybus, continúa en 2015 la gira iniciada hace dos años con What the Body does not Remember? para festejar el cuarto de siglo de vida de la obra que marcó un antes y un después en las artes escénicas.
Después de pasar por Sevilla, Madrid y otro centenar de escenarios de todo el mundo en poco más de un año, este próximo enero recala en el Mercat de les Flors la pieza que dio nombre y reconocimiento al polifacético joven belga nacido en Herenthout, 1963. Vandekeybus, que había trabajado con Jan Fabre, venía del campo de la fotografía y el cine, pero se lanzó a escena como creador en 1987 con esta pieza que desafiaba los límites del riesgo y lo extremo. Con música en directo de los compositores Thierry de Mey y Peter Versmeerch, What the Body….? es una creación para nueve intérpretes que llevan hasta el límite de sus posibilidades el uso del cuerpo, hasta el punto de interpretar escenas que incluyen enérgicos lanzamientos y pases de ladrillos entre los bailarines. Por esa creación que oscila entre lo peligroso y lo electrizantemente enérgico, Vandekeybus recibió el prestigioso Bessi Awards de 1988, debut que lo catapultó hacia las primeras filas de los artistas europeos, lugar del que ya no se ha movido y donde permanece por ser un buscador incansable de nuevas historias, enfoques y lenguajes para contarlas.
Win Vandekeuybus
Germán Jáuregui ha formado parte del colectivo de Última Vez desde 1998 en diferentes períodos de su carrera. Junto a su hermano Jorge, es miembro del elenco actual de What the Body…? y estará en el escenario del Mercat durante las próximas funciones. “La idea de riesgo está en todos los trabajos de Win Wandekeybus, es una de las características de su lenguaje, en algunas obras es más real y en otras más sugerido, aunque en esta pieza el nivel es alto” comenta sobre una de las claves de este montaje. “Todos los bailarines asumimos riesgos al subir a un escenario, y aunque podría parecer que esta pieza nos suponga más que otra, es cierto que el nivel de concentración que exige hace que sea más fácil esquivar ese riesgo” añade. De la pieza, que “ha variado muy poco con respecto a la original, tan solo algunos matices”, nos cuenta también que es “físicamente muy exigente, pero cada uno de nosotros asume esa responsabilidad y, además, el mismo hecho de girar te mantiene a tono”.
Vandekeybus tiene legiones de fans entusiastas en todo el mundo porque sus piezas, en cuya creación participan junto a él los intérpretes, derrochan dinamismo, vigor, energía, erotismo, misterio y otros muchos ingredientes altamente seductores. “Mi baile parece agresivo, pero es directo” afirma él mismo. Otra pista para acercarnos a ese trabajo nos la da Jáuregui. “Cómo lo haces es más importante que lo que haces; la energía y el estado son determinantes. Es un trabajo no formal, sino de estado”.